Los anillos son una de las piezas de joyería más íntimas y antiguas que llevan tanto hombres como mujeres. Su uso en el matrimonio, es tan esencial como si del oxígeno para respirar se tratara. Pero ¿por qué se usan? ¿dónde empezó esta tradición?
Origen de los anillos de bodas
Entregar anillos para sellar la alianza de boda es una costumbre milenaria. Aunque entregarlos por amor puede llegar a valer miles de millones de dólares en la actualidad, los antropólogos no han podido ponerse de acuerdo en cuándo se originó la tradición. Existen tres posibles orígenes de la entrega de anillos como sentimiento de amor. El primero, nos traslada al Antiguo Egipto, cultura que se dice que hace 3.000 años atrás se entregaban anillos de amor, fabricados con cañas tejidas o cuero.
Para los egipcios, los anillos eran una clase de joya muy simbólica, la cual representaba la eternidad (por eso los empezaron a usar los faraones). Su forma circular daba la idea de no tener fin, además que representaba la forma del sol y la luna, dos cuerpos celestes que eran adorados por los egipcios. También se creía que el espacio en el medio representaba una puerta abierta hacia mundos desconocidos.
Ahora bien, cuando Alejandro el Grande terminó conquistando a los egipcios, se cree que, a partir de allí, los griegos empezaron a imitar la tradición de los egipcios, de entregar “anillos por amor”. Al entregarlos a sus amantes, los griegos querían transmitir la devoción que sentían. Cabe señalar que muchas de las formas más comunes de los anillos de los griegos, representaban a eros y a cupido, el dios del amor.
Por otra parte, cuando los romanos conquistaron Grecia, se dice que también tomaron la tradición de entregar anillos como muestra de amor. No obstante, los romanos le impregnaron a la costumbre su propio estilo, pues los entregaba como símbolo de propiedad. Las costumbres romanas dictan que las esposas usaban anillos unidos a pequeñas llaves, lo que indicaba la propiedad de su marido. Por lo cual, de aquí es que nace la idea de que la tradición de entregar anillos de bodas como tal, nació en Roma. Además, también se cree que los romanos fueron los primeros en empezar a grabar sus anillos.
Evolución de los anillos de boda
Fue en 1477 cuando se encargó el primer anillo de bodas registrado, esto estuvo a cargo del Archiduque Maximiliano de Austria, quien se iba a casar con su prometida Maria de Borgoña. Luego de esto, se extendió la tendencia de los anillos de diamante en la aristocracia y la nobleza europea. Los europeos medievales entregaban rubíes para simbolizar su pasión, zafiros que representaban el cielo y diamantes para simbolizar una fuerza o amor inquebrantable.
Para finalizar, en 1947 De Beers lanzó su ahora clásico eslogan, “Un diamante es para siempre”. Lo que marcó en la mente de muchos que nada mejor que un diamante, el cual transmite perfectamente que el matrimonio es para siempre. A partir de ahí, el resto es historia, los hombres entregan anillos de compromiso para que la novia acepte su propuesta de boda y el matrimonio se sella con la entrega de los anillos de boda.